Una Constituyente originaria, nunca la hemos tenido, Todavía no se ha materializado en Venezuela una verdadera constituyente de abajo hacia arriba que, decida el modelo de país que queremos, teniendo como protagonistas a los venezolanos.
Todas las constituyentes en Venezuela desde la de 1819 hasta la del 1999 han sido convocadas e impuestas desde el poder o sea todas han sido, Constituyentes derivadas, por eso no han sido verdaderos pactos sociales, sino pactos entre factores políticos, que siempre han instaurado estados federales de poder centralizado a lo largo de nuestra historia y así hemos visto, sobre todo, durante los últimos 32 años, desgobierno e incumplimiento de las promesas e ilusiones ofrecidas, porque desde el viernes negro, en febrero de 1983 para acá, ese modelo centralista, cumplió su ciclo de vida o sea sencillamente… colapso.
Las Constituciones del modelo centralista, han sido permanentemente violadas (cumplieron su ciclo), el caos institucional hoy día, es evidente: corrupción, despilfarro, indolencia, incompetencia, inconsciencia e ineptitudes a granel, cuyos productos se reflejan en la forma arbitraria e ilegal, de aprobar y ejecutar la política. Ha Prevalecido, ayer y hoy, con mucha frecuencia, el criterio arbitrario, ilegal e incluso inconstitucional, que ha postrado a Venezuela, en un país tercermundista, cada vez más subdesarrollado y desesperanzado (Leer: Crisis venezolana, causas y soluciones).
Venezuela está en un momento constituyente.
Sin embargo, con la experiencia acumulada, el pueblo puede contar hoy con una propuesta de un Proyecto País, para una Venezuela Reconciliada, con su marco legal-constitucional, para construir un nuevo y mejor país, basado en la necesaria y atrasada decisión de cambiar, el modelo de estado federal de poder centralizado, verdadero culpable de habernos traído a esta nefasta situación actual, por el moderno modelo de estado federal de poder descentralizado, que es el que implementaron y usan actualmente todos los países del primer mundo que tienen hoy día las calidades de vida más altas del planeta tierra. (Leer: Proyecto país Venezuela reconciliada).
Por ser el poder constituyente originario, la máxima expresión de democracia, nunca antes invocada por los líderes políticos nacionales… es inédita, tanto en su concepción cómo en su procedimiento, es la única fórmula que permite directamente, desde la base misma del pueblo, sin conciliábulos, y de manera transparente y consensuada, la participación originaria de la soberanía popular, en conformidad con el espíritu del constituyente de 1999.
Por ser poder constituyente originario, el convocante, la asamblea constituyente originaria, puede realizarse, sin intervención de los poderes constituidos: CNE, sala constitucional del TSJ, etc., y estos no pueden obstaculizar, ni la convocatoria, ni modificar las bases comiciales.
José Vicente Haro.
Prof. Derecho Constitucional de la UCAB.
Fuente: Noticiero Digital
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